Hoy ha tocado cena. Me estoy empezando a acostumbrar a no tener que pagar nada. Bueno, sí, el vino. Lo había comprado un compi, y adivinad qué, había traído dos botellas de Marqués de Cáceres. Prometo que no tuve nada que ver. La foto no es de hoy, y el sitio no es ni parecido, pero así os voy metiendo en la vidilla de Philly. Que está muy bien, aunque yo la estoy disfrutando muuuy poquito... Esto fue después de la fiesta que tuvimos de presentación (en una casita preciosa, ya os pondré alguna foto). Es el White Dog, nuestra segunda casa. Es inmenso, toda una casa victoriana acondicionada, mitad pub y mitad tienducha de antigüedades (Black Cat). Cada habitación distinta, con escaleras, pasillos y rinconcillos por todas partes.El fotógrafo era Gabor. Los dos sitios vacíos... el mío y el de Holly. El humo no es bienvenido aquí ;)
3 comments:
Que sitio mas chulo!
Ademas,seguro que tiene un monton de historias...sobre todo siendo tiendecilla de antigüedades.
El humo?Doble moral,como siempre...pero no digo nada,porque aqui pasa lo mismo...
¿Así que son de verdad esos sitios? Me estás poniendo los dientes largos. Pero míralo, míralo... si hasta tiene el cuadro de los perros jugando al poker. Entre este blog y el de Capi, vais a darme muchos ánimos para que aprenda algo de inglés y me cuele en algún vuelo...
mmm... ¿también están jugando al poker? yo ya pensaba que eran unos degenerados viéndolos beber y fumar, pero si ya se dan al vicio del juego... dónde vamos a parar... ;)
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