No me gusta poner esta foto solita, a riesgo de convertir esto en una postal de postguerra. También porque no me gusta pensar en Sarajevo, ni en Bosnia, como una ciudad marcada. El caso es que lo que me guste o me deje de gustar importa poco. Esto es lo que hay.
Es el edificio del Parlamento, que como os dije, no se ha querido reconstruir. Cuando se mira desde la Facultad de Bellas Artes, unas calles más hacia la izquierda, se ve el cielo a través de él.
En cuanto le pille en otro despiste cuelgo las otras que tenía preparadas... ssst...
3 comments:
Tiene que ser una sensación muy extraña ver en persona algo que hemos visto mil veces en mil reportajes...un símbolo de....de lo que sea...tiene que poner los pelos de punta.
Quiero decir...yo conozco la sensación a la inversa...haber estado en un edificio famoso y ver por la tele como cae en pedazos...supongo que sea una sensación parecida...y seguro que demasiado real para ser bonita...
Es triste, pero se tiene que recordar el pasado.
Ya impresiona ver el vacío a través de esas pocas ventanas de la parte de abajo, así que ver todo ese edificio de frente, con sus heridas abiertas para siempre, debe provocar un efecto muy raro, de esos que te bajan dando golpetazos hasta el estómago....
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